Hombres y mujeres misioneros: pequeñas propuestas concretas para involucrar a los hermanos más lejanos en la vida misionera de la Iglesia

El compromiso de abril de 2021

Rezar en familia no es fácil, a veces es difícil incluso rezar antes de comer. Sin embargo, hay un camino discreto y muy fructífero: el del contacto personal. Precisamente los llamados ancianos (o viejos si vinculamos esta palabra a la sabiduría de quien tiene el pelo blanco) pueden ser portadores de consejos, suscitar vínculos, impulsar la reconciliación. La familia es un campo verdaderamente importante para la misión, pero una cosa fundamental es necesaria: debemos dar un paso atrás de Dios, es él quien convierte y cambia los corazones, debemos aprender a abrirle el camino; las armas fundamentales son la humildad, el ocultarnos, la bondad de corazón. Un creyente que deja espacio a Dios sabe perderse a sí mismo, especialmente dentro de las paredes de su hogar.

Lea y descargue la catequesis de abril de 2021 editada por el padre Luciano Lotti